La Filmoteca CajaCanarias ofrece un ciclo de cine sueco que tendrá lugar todos los martes en el Espacio Cultural CajaCanarias de La Palma .
Entrada libre hasta completar aforo.
- 20 de junio: ‘The Mozart Brothers’ (1986)
- 27 de junio: ‘Garden Lane’ (2017)
- 4 de julio: ‘Kings of Atlantis’ (2019)
- 11 de julio: ‘A moon of my own’ (2018)
Es 1897. La Exposición Universal de Arte e Industria, celebrada en Estocolmo. Las cámaras de los Lumière recorren el mundo, hasta llegar a Suecia para que el cine escandinavo reciba su primer impulso. Se filmó al rey Oscar II a su llegada a la muestra, lo que le convirtió en la primera estrella del celuloide patrio.
En los años veinte del siglo XX, Suecia ya se encontraba entre los países de mayor relevancia en el séptimo arte. Cineastas como Victor Sjöström, que en Hollywood realizaría el deslumbrante filme “El Viento”, y Mauritz Stiller, que colocaría a su compatriota, la actriz Greta Garbo, en el punto de mira de Hollywood, realizan películas consideradas por sus contemporáneos como obras maestras. Será en los albores de los años cuarenta, con Europa en pleno proceso bélico, cuando se advierta un cambio significativo debido a la incuestionable función psicológica que asumió el cine sueco.
Desde aquel entonces y hasta la actualidad, la industria cinematográfica en Suecia ha vivido diversos momentos: de esplendor primero, cuando Ingmar Bergman entra en escena. Proveniente del teatro, agnóstico, creyente, ateo, con crisis matrimoniales, personales y profesionales en su bagaje, se plantea el cine como respirar, como una manera de funcionar a nivel vital. Su cine es la modernidad, la bisagra entre el clasicismo y los nuevos cines europeos. La entrada en la escena internacional con “Un Verano con Mónica” “Sonrisas de una noche de verano” o “El Séptimo Sello” es total. Sus posteriores producciones, posteriormente, fueron de absoluta crisis cinematográfica, causada por el auge de la televisión, y las renovaciones que llegarían, gracias a la denominada “reforma cinematográfica” de 1963, en la que el Estado liberó importantes recursos económicos con el fin de fomentar películas de calidad vuelven a impulsar la cinematografía nacional.
Gracias a esta reforma surge una nueva generación de cineastas comprometidos, que alcanzaron el éxito y contribuyeron a un florecimiento de la escuela sueca de cine. A esta nueva hornada de cineastas, como los que integran esta propuesta cinematográfica que ofrece el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de La Palma, en colaboración con la Embajada de Suecia en España, les une unas características especiales como son la forma de entender la naturaleza como elemento determinante del drama, la preocupación por la moral, la afición culta a la literatura y la atención obsesiva por los grandes problemas de la condición humana.
