Juan Gómez Canca, conocido como El Kanka , es uno de los artistas más queridos de la escena musical estatal. Desde el inicio de su carrera con ‘Lo mal que estoy y lo poco que me quejo’ (2013), el cantautor de Málaga ha confeccionado un buen puñado de álbumes rellenos de canciones inolvidables como ‘Qué bello es vivir’, ‘Querría’, ‘Por tu olor’ y ‘Andalucía’, entre otras muchas.
Ahora, tras protagonizar conciertos multitudinarios y triunfar en los principales festivales del estado, El Kanka vuelve a sus orígenes con una gira acústica en solitario, en la que repasará los grandes éxitos de su trayectoria. Un formato excelente para saborear lo mejor de un repertorio como el suyo, en una velada llena de emoción y complicidad.
Todos los discos son especiales. De una u otra forma… Supongo que, luego, la gente y el tiempo los pone en su lugar, pero desde luego, desde dentro, cada colección de canciones ha surgido cuando tenía que surgir y cada una expresa una emoción, momento, burla o declaración de principios insustituible. No sé cómo lo hace cada uno, pero yo pongo todo lo que tengo cuando me siento a componer como si fuera lo último que voy a hacer. No me dejo nada en el tintero y mi canción favorita siempre es la última que he hecho.
Dicho lo cual, cada momento tiene su particularidad, y ya hace un año que lanzamos al mundo esta particularidad en concreta: Cosas de los vivientes.
Este disco es una paranoia. Para empezar, es el resultado de 5 años de composición. 5 años, para más datos, muy extraños, con pandemia y toda la pesca… Es mi disco más largo, nada menos que 14 canciones, y encima salió después de parar un año, con lo cual las ganas de enseñarlo eran mayúsculas… Os digo que estoy particularmente orgulloso de las canciones que forman este disco y, además, el proceso de producción y arreglo de los temas fue hermoso, orgánico, participativo y diferente, lo que le da al sonido un toquetazo que me encanta.No sé, creo que nunca estoy seguro de qué va a ocurrir con esto tan raro que hago, pero mi sensación es que os ha gustado y que quizá alguna de estas coplillas pasen, humildemente, a formar parte de las vidas de algunas poquitas personas. Eso es lo más bonito.
Brindemos, pues, si os apetece, por estas cosas de los vivientes que ya han dejado de gatear y se nos está haciendo mayor. Ojalá envejezca, por lo menos, la mitad de bien que Brad Pitt.