 
	En un tiempo en el que el arte a menudo parece desvanecerse entre los pliegues cansados de la realidad, la creadora Begoña Grande nos convoca a un acto de fe: una performance sin título, una acción efímera que busca abrir un espacio de presencia dentro del ciclo “Nombrarse Volcán – Otras poéticas posibles”.
El ciclo “Nombrarse Volcán – Otras poéticas posibles” reúne a distintas creadoras que, desde el cuerpo, la palabra y la acción, indagan en nuevas formas de decir y sentir. La participación de Begoña Grande promete una experiencia intensa, íntima y necesaria, donde el arte se reconoce como respiración y resistencia.
Un manifiesto en voz y carne
“A veces, una siente que el arte ya no basta.”
Con estas palabras, Begoña Grande confronta la fragilidad del gesto artístico ante un mundo que normaliza el dolor. Su texto —un pulso entre la impotencia y la fe— se despliega como prólogo de una acción donde el cuerpo es territorio, herida y mirada. “¿Qué herida se apaga con una performance? ¿Qué hambre puedo aliviar con mi arte?”, se pregunta, para luego intuir que, tal vez, el simple acto de mirarnos pueda calmar un instante este temblor que llevamos dentro.
Su propuesta no busca respuestas: invita a sostener la presencia, a dejar que lo efímero del arte roce lo insoportable de lo real. Una acción mínima, viva, que encarna esa urgencia de seguir creando incluso cuando todo parece arder.
Begoña.
Begoña Grande es performer, poeta, actriz y cineasta euskalduna-mexicana, residente en la isla de La Palma. Es directora del Festival de Audiovisuales Tiempo Sur y de la Escuela de Cine para Jóvenes de La Palma, proyectos que impulsan la creación audiovisual rural y la formación de nuevas generaciones de cineastas. Como gestora cultural, promueve espacios de encuentro y transformación a través del arte.
Su práctica artística explora la libertad del alma, los estados de conciencia modificados y lo performativo como medicina del cuerpo y del espíritu. Su obra transita entre la vulnerabilidad y la fuerza, entre el silencio y la rebelión, configurando un lenguaje propio que une poesía, presencia y resistencia.
Es cofundadora de las asociaciones Alter Conscience y La Osa Polar, dos plataformas con un fuerte movimiento cultural en la isla de La Palma, desde las que impulsa proyectos, residencias artísticas y acciones performativas centradas en el cuerpo, la memoria y la transformación social.
Su lema —“Prefiero morir creando que seguir viviendo muerta”— resume la radical honestidad que atraviesa su obra y su vida.
Comisariado por Patricia Figuero
Patricia Figuero Correa es escritora, comisaria y gestora cultural. Afincada en La Palma, coordina el ciclo “Nombrarse Volcán – Otras poéticas posibles”, un espacio que entrelaza poesía, cuerpo y territorio para abrir diálogos entre creadoras contemporáneas.
Formada en Ciencias de la Información y en Terapia Gestalt, desarrolla su trabajo entre la escritura, la dramaturgia y la performance. Su práctica curatorial propone una mirada sensible hacia la memoria, la escucha y la creación colectiva.










